Hay un punto clave en la evolución del ojo de los vertebrados, hace 500 millones de años, que hasta ahora no se conocía su origen.


Desde el punto de vista de la biología evolutiva, el ojo de los vertebrados es uno de los órganos que despierta más curiosidad y fascinación. El ojo, como órgano visual, ha surgido en distintos grupos animales, de forma independiente en el proceso evolutivo, en numerosas ocasiones.

La carta del experto en inteligencia artificial Eliezer Yudkowsky es demoledora y dice que la superinteligencia nos matará a todos
Yudkowsky ve necesario detener de manera indefinida el entrenamiento de las IA hasta que sean seguras y capaces de valorar la vida de las personas y de los seres vivos.


Después de publicarse la carta abierta a la inteligencia artificial en la que miles de expertos en la materia, entre ellos Elon Musk y Steve Wozniak, cofundador de Apple, pedían pausar el desarrollo de los sistemas de inteligencia artificial más potentes durante seis meses para garantizar la seguridad, llega otro nuevo escrito generando polémica.

Abr, 2023.- El exingeniero de Google Ray Kurzweil volvió a insistir en sus predicciones tecnológicas y ahora afirmó que en ocho años el ser humano conseguiría ser inmortal gracias a la creación de "nanobots" que podrían revertir la edad.

Feb, 2023.- En las últimas horas varios medios de comunicación reseñan la posibilidad de que, cada vez, esté más cerca la cura para una de las enfermedades más investigadas por la comunidad científica: el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). 

El campo magnético de nuestro planeta es fundamental para la existencia de la vida, pero desconocemos muchas cosas de él: cómo apareció, por qué a veces se invierten los polos y qué hace que se mantenga.


El centro de la Tierra no deja de sorprendernos... y de crecer. A medida que la Tierra se enfría con el paso del tiempo el tamaño del núcleo interior crece al solidificarse el hierro fundido. Los cálculos sugieren que el núcleo central comenzó a formarse hace entre 1000 y 3000 millones de años y no ha dejado de crecer desde entonces. Además, la diferencia de temperatura que existe entre ambas partes es suficiente para causa un movimiento de convección en el núcleo externo: el material caliente asciende y el frío desciende, de forma análoga a lo que sucede cuando calentamos una olla con agua. Y es esta convección la que anima y mantiene una de las grandes incógnitas de la geofísica: el campo magnético terrestre.

Nuestra vida es inconcebible sin el uso de monedas, billetes, cheques o tarjetas de crédito. Dicen que el dinero corrompe -o quizá desenmascara- pero no cabe duda de que ha estado entre nosotros desde que aparecieron las primeras civilizaciones.


Hace 5000 años, en la antigua China, usaban conchas como si fueran monedas y los mesopotámicos incluso desarrollaron un sistema bancario donde las personas podían "depositar" granos, ganado y otros objetos de valor para su custodia o comercio.
 
Cuestión aparte es el origen de las monedas. Aparecen como método de pago alrededor del siglo VI o V a.C., pero su invención está envuelta en el misterio. Según el historiador griego Heródoto, se inventaron en Lidia, en la Anatolia: "Hasta donde sabemos, ellos [los lidios] fueron las primeras personas en introducir el uso de monedas de oro y plata, y los primeros en vender productos al por menor". Esas monedas, bastantes toscas, con forma de alubia y con la figura de un león impresa, estaban hechas de electro, una aleación que se da de forma natural entre el oro y, como mucho, un 44% de plata, además de tener trazas de cobre y otros metales.

Sin embargo, según Aristóteles las primeras monedas fueron acuñadas por Demodike de Kyrme, la esposa del rey Midas de Frigia. Sin embargo, y como sucede en todas las fábulas, hay un problema con las fechas. Hubo un verdadero rey Midas de Frigia pero vivió en el siglo VIII a.C., y las monedas no aparecieron al menos hasta tres siglos después. Una tercera opción, defendida por numerosos numismáticos, es que las primeras monedas se acuñaron en la isla griega de Egina, ya fuera por los gobernantes locales o por el rey Feidón de Argos.
 
De Anatolia al mundo

Sea como fuere, lo cierto es que desde Anatolia las monedas se exportaron a todo el mundo: Egina, Samos y Mileto acuñaron monedas para los egipcios, cuando Lydia fue conquistada por los persas en 546 a.C., las monedas invadieron Persia. Los fenicios no acuñaron monedas hasta mediados del siglo V a.C., y desde ahí rápidamente se extendió a los cartagineses, que acuñaron monedas en Sicilia. Los romanos comenzaron a hacerlo a partir del 326 a. C.

Por su parte el papel moneda apareció por primera vez durante la dinastía Tang, entre el 618 y el 907. El desarrollo surgió de los comerciantes de té, uno de los productos más vendidos de China. Ellos tenían reparos a tener que transportar los valiosos lingotes de plata de un lado para otro, así que preferían usar unos recibos que se conocían como "dinero volador". Esta primera forma de papel moneda no fue realmente un gran éxito pues cuando tenían que hacer transacciones grandes, les daba más seguridad llevar consigo los lingotes de plata.

Abandonado durante un tiempo, regresó en el siglo XII cuando los comerciantes volvieron a usar el 'papel volador' en lugar de llevar de un lado a otro pesadas bolsas con monedas. Y fue en el siglo XIII, gracias a viajeros como Marco Polo, que el papel moneda llegó a Europa. La primera emisión la hizo el Banco de Estocolmo en 1661, propiedad de un imaginativo comerciante llamado Johan Palmstruch. No era más que un banco de depósito, pero Johan introdujo dos innovaciones: la primera fue usar el dinero depositado en las cuentas del banco para financiar préstamos. 
Pero no fue una buena política porque mientras que la gente no dejaba mucho tiempo su dinero en el banco, los préstamos eran, obviamente, a largo plazo. Entonces se le ocurrió introducir los billetes, que un ciudadano podría intercambiar cuando quisiera por su valor en oro o plata. Se hicieron muy populares, pero entonces cometió un tremendo error: imprimir más billetes de los que sus reservas podía garantizar. El banco entró en bancarrota en 1663.

La aparición de los cheques

Esta otra versión del dinero surgió dentro de las encomiendas templarias, pues durante la Edad Media no hubo lugar más seguro que sus monasterios y conventos. Es por eso que la orden los convirtió en bancos de depósitos de dinero en efectivo, joyas y documentos importantes. Y a partir de 1130 las propias reservas de efectivo de la orden las utilizaron para conceder préstamos con interés. Incluso permitían a las personas depositar una cierta cantidad de dinero en un convento y, siempre que pudieran mostrar una carta adecuada, retirar ese dinero de un convento diferente: acababa de aparecer el cheque. También podían mantener lo que hoy llamaríamos una cuenta corriente. De este modo en el siglo XIII los templarios se habían convertido en banqueros tan competentes y confiables que los reyes de Francia y otros nobles guardaban sus tesoros en las encomiendas de la orden. Además los pagos de las cruzadas en Tierra Santa los podían realizar a través de los conventos templarios: depositaban una cantidad en una de las encomiendas de Europa para retirarla en las que los templarios tenían en Tierra Santa.