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Mar, 2022.- “El maestro debe inspirar respeto y ser el ejemplo por donde los alumnos deben guiarse”, es la enseñanza que perdura en Marlene Peña Santás, quien atesora con orgullo integrar el cuarto Contingente Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, en respuesta al llamado del Comandante en Jefe Fidel Castro el 4 de abril de 1972 durante la clausura del II Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas.

Cuenta que cuando se creó la primera delegación, el 19 de mayo de ese calendario, tenía solo 13 años de edad y era alumna de la secundaria básica, ya al terminar el décimo grado, a los 16, se incorporó a la convocatoria.

“Desde niña me gustaba impartir clases ya fuera a los muñecos o a los niños del barrio.

Con cuánto orgullo usamos ese uniforme que nos dieron, así como aquel pulóver blanco con el rostro del joven alfabetizador Manuel Ascunce Domenech, quien siendo un adolescente dejó las comodidades del hogar para intrincarse en el monte y llevar el pan de la enseñanza a muchas moradas de campesinos y, además, vilmente torturado porque asumió sin miedo ser maestro”.

La delegación recibió clases en la sesión de la mañana durante cinco calendarios en la Filial del municipio camagüeyano de Sierra de Cubitas.

“Me decidí por la asignatura de Español-Literatura porque siempre me gustó leer, investigar acerca de la vida de poetas, narradores, dramaturgos, en fin, escritores, por eso en la enseñanza primaria era monitora de esa disciplina”.

En tanto, en la sesión de la tarde la práctica era impartir clases en las Escuelas Secundarias Básicas en el Campo (ESBEC), en el poblado de Sola, donde los alumnos eran de su edad, incluso algunos mayores, de ellos manifiesta tener recuerdos agradables de esa etapa.

“Éramos entusiastas y unidos, algunos cumplieron misión internacionalista y otros no están físicamente entre nosotros”, comenta con una mezcla de emoción y tristeza.
Posteriormente les impartieron dos cursos de ampliación de conocimientos en la Escuela Pedagógica de Camagüey, y a su regreso al municipio de Nuevitas laboró en el entonces Centro Mixto Aralio Hernández García (secundaria y preuniversitario).

“Recuerdo al floridano Lázaro Alfredo Molina que murió en misión internacionalista en Angola, lejos de sus seres queridos cumpliendo con su deber y el llamado de Fidel. En la década de 1980 se creó un contingente educacional que llevaba su nombre y también di el paso al frente, di clases en Sola durante cinco años, y al terminar en el Instituto Preuniversitario Álvaro Barba Machado en Flores Uno”.

Tanta dedicación se reconoció al resultar Vanguardia y entonces recibió el estímulo de visitar la antigua Unión Soviética en 1988.

“Luego trabajé en la secundaria básica Aralio García hasta 1999 y a partir de 2005 hasta el 2009 fui profesora del Centro Universitario Municipal, pero ya no vinculada específicamente al sector educacional.

Aunque en estos momentos no ejerzo la profesión la literatura es para mí una fuente inagotable de conocimientos que empleo en Radio Nuevitas en las especialidades de Directora de Programas y Asesora”.

En la Marlene Peña Santás de hoy, que ya peina canas, vive aquella adolescente que como Manuel Ascunce Domenech no duda en resaltar: “¡Yo soy el maestro!

La formación que recibimos todos los miembros del Destacamento Pedagógico fue única e irrepetible, cumplimos esas metas, nos formamos en los modos de educar, profesión que considero una obra de infinito amor”.

Recordar es volver a vivir y por eso al encuentro de integrantes del Manuel Ascunce Domenech, realizado en Camagüey hace aproximadamente dos décadas, considera resultó muy emocionante al verse tantos años después siendo adultos y con historias que contar.

En aras de ofrecer la mayor cantidad de detalles Marlene resalta que de Nuevitas no hubo ningún integrante en el Primer Contingente del Manuel Ascunce sino a partir del segundo, de los cuales le vienen a la memoria rostros y nombres —como Manuel Reina, Edith González, Luis Fernández (Wicho), Deisy Díaz, Nancy Allen, Maritza Viña, Pedro Mezquida, Grisel Álvarez, Humberto Mezquida, Juan Carlos y Guadalupe Domínguez—.

Para destacar el desempeño de estos educadores que desde muy jóvenes asumieron la responsabilidad de enseñar a las nuevas generaciones de cubanos esta reportera buscará historias de vidas de nueviteros integrantes del Contingente Pedagógico Manuel Ascunce Domenech que, como las de Marlene Peña Santás, merecen ser contadas, justo en saludo al aniversario 50 de su creación el venidero mayo.

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