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Mar, 2022.- A pie de surco, montadas en un carretón de caballos o bueyes, dirigiendo la cosecha, las nueviteras también destacan, porque en 63 años de Revolución ellas crecen y asumen con protagonismo el rol transformador que les corresponde en la nueva sociedad.

Gracias a las políticas de empoderamiento que defiende Cuba, las féminas desempeñan un papel cada vez más activo en las labores vinculadas a la producción de alimentos en el país.

Atrás dejaron el viejo esquema de responsables de las tareas domésticas en el campo para desempeñarse como usufructuarias o dirigentes de las cooperativas, destacan en un mundo históricamente dominado por los hombres, y en el que hoy ponen un sello de determinación y superación.

Y aunque la cifra de 495 afiliadas a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en Nuevitas no se corresponde con las potencialidades del género en el territorio para asumir tareas agrícolas, sí debemos acentuar que persiste la tendencia al aumento de su incorporación a este importante ámbito económico, fruto del pensamiento humanista del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

El empoderamiento de la mujer en el campo, una de las grandes conquistas de la Revolución cubana, se fortalece gracias a la puesta en práctica de una estrategia de género por parte del Ministerio de la Agricultura y la ANAP, sustentado en los acuerdos internacionales y nacionales adoptados en esta materia y que está en estrecho vínculo con el quehacer de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Ejemplo del empeño por organizar y defender sus derechos en este municipio es la existencia de brigadas FMC-ANAP en cada una de las 14 cooperativas del territorio, que reúne a 325 productoras, hijas y esposas de campesinos, e incluso a otras residentes en el radio de acción de las unidades, cuyo principal objetivo es generar fuentes de empleo para ellas.

Su propósito es potenciar el desarrollo sostenible del sector agropecuario y responde, además, al principio constitucional referido a la igualdad de derechos y de oportunidades para todos los cubanos, el cual se reitera en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

Con esta estrategia se potencia el hacer de las mujeres en todos los espacios de trabajo, en particular en las fincas, cooperativas y empresas, y su protagonismo en la gestión económica.

También se refuerza su derecho a la formación y capacitación, estimula la generación de oportunidades para que ocupen puestos de dirección, y orienta el mejoramiento de sus condiciones de trabajo. Claro, ello implica generar nuevas formas de actuar y relacionarse entre mujeres y hombres en un sector marcado por el dominio masculino.

De tal forma se logró, desde el 2016 y gracias a la colaboración de la Organización No Gubernamental OXFAM, materializar varias iniciativas de género como la creación de lavanderías, mini industrias, queserías, peluquerías, florerías y talleres de costura.

Las Cooperativas de Producción Agropecuaria Juanito Garcell y Sabino Pupo, en Camalote, y la de Créditos y Servicios Fortalecida Niceto Pérez, en Las Flores, están entre las favorecidas con estos proyectos.

En dichos espacios se les dio trabajo a numerosas féminas y también benefició a otras trabajadoras de las áreas donde fueron emplazados al facilitarles tareas que hasta el momento debían asumir en el hogar.

Es preciso aclarar que debido a la incidencia de la pandemia de la COVID-19 y la inestabilidad económica de las cooperativas donde surgieron estos proyectos, ya no funcionan algunos de los locales, como lavanderías y peluquerías. Sin embargo, los recursos y equipos han sido asignados para que las mujeres beneficiadas realicen las labores desde casa.

Un ejemplo de cuánto aportan estas iniciativas, no solo al empoderamiento de las féminas, sino igualmente a la comunidad, lo es el hecho de que durante el periodo más crudo de la pandemia las favorecidas con la entrega de máquinas de coser y otros recursos confeccionaron cientos de nasobucos, los que fueron distribuidos gratuitamente en áreas rurales de difícil acceso del territorio, como Cayo Confite y Villalobo.

La estrategia de género que se implementa en el sector agropecuario de Nuevitas es una de las más sólidas y con mayores resultados en el municipio.

A su fortalecimiento apunta, asimismo, el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, aprobado por el Decreto Presidencial 198 de marzo de 2021 con el objetivo general de promover el avance de las féminas y la igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades refrendados en la Constitución de la República de Cuba.

Estas proyecciones buscan el reconocimiento de factores objetivos y subjetivos que, como expresiones de discriminación, persisten en la sociedad cubana y nuevitera, y obstaculizan un mayor resultado en lo económico, político, social y familiar, con el fin de eliminarlos.

La consolidación de los programas para propiciar la independencia económica de las mujeres rurales del territorio, su creciente participación en las labores agrícolas y asociación a las organizaciones campesinas dan fe de cuánto se ha logrado, aunque es preciso continuar trabajando para eliminar los vestigios machistas que persisten en el entramado sociocultural de los campos cubanos.

Las nueviteras asumen, cada vez más, mayor protagonismo en la agricultura. Ellas son beneficiarias de la entrega de tierras en usufructo, labran los suelos, atienden a los animales y hasta comercializan sus producciones. En el día a día dan muestras de que en ellas hay que confiar para lograr el objetivo de impulsar la producción de alimentos en la demarcación.

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