May, 2025.- Mayo abre sus flores y entre cantos, risas, sueños todos esperamos con júbilo el momento preciso, para estrechar en nuestros brazos a mamá, llenarla de besos, decirle con orgullo cuanto la queremos, “eres única”, “siempre seré tu hijo”, sostener su mano y recordar el tiempo que formamos un solo ser.
Las madres son como las rosas que crecen surcando las espinas, ennobleciendo el alma de quienes sentimos un inmenso placer de que estén allí, alumbrando con su esencia cada paso que damos en la vida.
Son ejemplo de sacrificio y consagración, con complacencia las vemos desenvolverse en las industrias, las milicias, la salud, el deporte y más aún cuando dignifican el espíritu familiar ayudando a quienes lo necesiten en cualquier lugar del mundo.
La ternura que engendra el árbol de la vida, esa energía, carisma, que impregnan a su actuar las mantiene viva, con la sonrisa de un ángel capaz de proporcionar magia a la humanidad.
Con la sencillez de una mariposa dejan huellas por donde caminan, educan, aman, protegen y guían por el sendero correcto a los que escuchan con atención sus palabras alentadoras cuando algo sale mal.
A las que ya se han ido, pero dejaron presente una huella imborrable en el alma de los que la sienten en espíritu, en legado, en experiencia y sabiduría, siéntanse satisfechas de la misión lograda.
A todas las madres, dar dado luz a nuestros mejores sueños, y haber cumplido cada una de nuestras fantasías, por ser esa fuerza capaz de engendrar el amor en maravilla, por ser más que amiga y compañera, ¡muchas felicidades mamá!
