Feb, 2025.- El agua es un recurso esencial para la vida en el planeta. Desde el más pequeño organismo unicelular hasta los seres humanos dependemos de ella para sobrevivir.
Sin embargo, y a pesar de su importancia, solo es potable el 2.5 por ciento del total existente en la Tierra, y de esta cantidad gran parte está atrapada en glaciares y casquetes polares, lo que hace que su disponibilidad sea limitada.
La creciente población mundial y el cambio climático ejercen una presión sin precedentes. Regiones que antes eran fértiles experimentan sequías severas, mientras que otras inundaciones devastadoras. Esta dualidad resalta la necesidad urgente de gestionar sus reservas de manera sostenible.
La importancia de este líquido trasciende su función básica de hidratación porque es un elemento clave para la salud, la economía y el medio ambiente.
En un mundo donde su demanda se mantiene en aumento es imperativo adoptar medidas para proteger y conservar los recursos hídricos.
La implementación de prácticas sostenibles en la agricultura y la industria, la reducción de la contaminación y la promoción de la eficiencia en su uso son algunas de las acciones a llevar a cabo.
La gestión del agua no solo beneficia a las generaciones actuales, sino que también asegura un legado próspero para el futuro. Es hora de actuar, y cada uno de nosotros tiene un rol que desempeñar en esta lucha por un bien material que es, sin dudas, la esencia de la vida.
