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Dic, 2024.- "Cuando Fidel llamó el 20 de abril de 1960 para hacer la Campaña de Alfabetización me presenté y fui a la Sierra Maestra", refirió la nuevitera Rafaela Hernández Olano, quien con trece años de edad se inició como brigadista e integró la brigada Manuel Ascunce Domenech.

DE LA EDUCACIÓN A LA POESÍA

En septiembre de 1978 trabajaba en la escuela para los adultos que optaban por vencer el noveno grado, pero al enfermar su mamá abandonó el magisterio para dedicarse a ella.

"El 10 de mayo -próximo al Día de las Madres- me senté en una lata de las que vendían con galletas y en una silla puse la libreta y el lápiz, e hice mi primera décima que se titula A mi madre enferma".

Asimismo, Hernández Olano rememora que el Comandante en Jefe Fidel Castro, en su discurso del 26 de julio de 1994, refirió que quienes tuvieran familia en el extranjero podían buscarlas.

"Como mi papá era español comencé a buscar la mía, la encontré y fui a Islas Canarias y luego regresé a Cuba. Allá me descubrieron como poeta y me entrevistaron en la televisión y la radio".

Rafaela se siente afortunada "la poesía me ha sacado mucho sufrimiento del corazón. Inspirada en la historia de mi padre que desde los 14 años de edad vino para acá y no volvió a su tierra escribí la décima Cuba mi patria querida".

El diccionario ha sido su principal medio de superación en la literatura.

"Así hice un libro dedicado a los cinco héroes que cumplieron largas condenas en cárceles de Estados Unidos, a Fidel le hice cuantiosas décimas que las tengo guardadas, y también he escrito obras para teatro infantil con variadas temáticas, ¿quién me iba a decir que tendría esa trayectoria tras ser analfabeta al triunfar la Revolución en 1959?

Cuando a Rafaela Hernández Olano le preguntan de qué siente orgullo su respuesta es simple: “Mi orgullo es ser cubana".

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