Mar, 2022.- En un mundo cada vez más digital, la línea que separa lo real de lo virtual se torna difusa. La constante evolución tecnológica busca incansablemente hallar nuevas formas de confort y entretenimiento, por ello, aparece el metaverso, para eliminar definitivamente las barreras entre realidad y ficción.
Este concepto por el que Facebook, Google, Nvidia y Microsoft deciden apostar hasta tal punto que Facebook rebautizara la empresa con el nombre de Meta, no es tan nuevo como muchos pudieran pensar. En los videojuegos, algunas películas de ciencia ficción y en el mundo literario se han hecho alusiones sobre esta especie de “mundo paralelo”.
¿QUÉ ES EL METAVERSO?
Es un mundo virtual al que podremos conectarnos utilizando una serie de dispositivos que nos harán pensar que realmente estamos dentro de él, interactuando con todos sus elementos. Será como teletransportarse a un espacio totalmente nuevo a través de gafas de realidad virtual (RV) y otros complementos.
Los mundos virtuales no son nada nuevo, y existe una gran cantidad de ellos, sobre todo en el sector de los videojuegos. Sin embargo, el metaverso no busca ser un mundo de fantasía sino una especie de realidad alternativa en la que podremos hacer las mismas cosas que realizamos hoy en día fuera de casa, pero sin movernos de la habitación.
Este término viene de la novela Snow Crash, escrita por Neal Stephenson en 1992 y se ha asentado para describir visiones de espacios de trabajo tridimensionales o virtuales.
¿QUÉ OFRECE EL UNIVERSO META?
Esta réplica de la realidad está hecha no solo para jugar también para reproducir las dinámicas sociales del día a día, desde trabajar hasta ir de compras.
Una de las claves fundamentales es que sea inmersivo, es decir, permitir a los usuarios interactuar en él como lo hacen con el mundo real. Para ello será indispensable el uso de dispositivos VR.
Otro aspecto es la interoperabilidad: la capacidad de dos o más sistemas componentes para intercambiar información, ya que lo compondrán diferentes plataformas y lo ideal es que estén interconectadas para que nos podamos mover con total libertad de una a otra.
Más allá del apartado social y laboral, el metaverso también se concibe como un espacio de trabajo industrial a gran escala en el que se pueden hacer pruebas de todo tipo de máquinas y sistemas, mediante gemelos digitales antes de ponerlas a funcionar en el mundo real. De esta forma se detectan los posibles fallos y mejoras antes de ejecutar su construcción física.
El próximo gran salto evolutivo de Internet espera ofrecer tantas oportunidades como el mundo físico real, con la posibilidad de crear los propios negocios en él.
Igualmente puede tener aplicaciones prácticas, como reuniones de trabajo en la que todos compartan una oficina virtual conectándose desde sus casas. Sin embargo, es muy pronto para hacer planes, pues aún no se cuenta con la infraestructura necesaria para este gran proyecto.
CRÓNICAS DE UN PELIGRO ANUNCIADO
Aunque son innegables los beneficios que traerá el metaverso, debemos tener en cuenta las implicaciones negativas que deja su uso.
Louis Rosenberg, el pionero informático que trabajó en el primer sistema de realidad aumentada para la Fuerza Aérea de Estados Unidos, escribió: "Nuestro entorno se llenará de personas, lugares, objetos y actividades que en realidad no existen y, sin embargo, nos parecerán profundamente auténticos".
Y es que la integración de la realidad virtual y la aumentada harán que las personas interactúen en el mundo digital durante una parte significativa de su día, provocando alteración de su sentido de la realidad y distorsión al interpretar las experiencias diarias directas.
“Los datos que generarán serán vastos y extremadamente valiosos. Necesitaremos un sistema muy robusto para vigilarlo”, dijo David Reid, profesor de inteligencia artificial y computación espacial en la Liverpool Hope University.
Otra figura destacada de este panorama, Frances Haugen, ha advertido, asimismo, que el metaverso, como el corazón de la estrategia de crecimiento del gigante de las redes sociales, “será adictivo, robará a las personas más información personal y dará la empresa otro monopolio en Internet”.
La salvación estará en saberlo utilizar correctamente. En lo que el proyecto de metaverso se materializa deberíamos pensar si realmente necesitamos un mundo donde la realidad y la ficción no se distingan. Deberíamos estar conscientes de si queremos vivir en mundos paralelos.