Oct, 2024.- Hace algún tiempo Cristina tuvo que variar las rutinas para disponer del pago de su salario, pues con el avance de la bancarización en Cuba desapareció la tradicional entrega en efectivo que recibía mes tras mes en su centro laboral.
Por tres días consecutivos ella acudió desde bien temprano a la sucursal bancaria para, conforme a las cifras determinadas en la institución en cada jornada -que oscilan entre los mil y tres mil pesos- adquirir su remuneración.
Y es que al transitar las calles por donde están ubicadas estas instituciones en el municipio camagüeyano de Nuevitas se perciben las constantes colas, incluso desde la madrugada, las que se extienden hasta el horario de cierre, y ya por la noche acuden quienes deciden marcar para ser los primeros la fecha siguiente.
“Ayer estuve unas tres horas en la calle visitando diferentes puntos de venta para comprar plato fuerte para la comida y regresé a mi casa con la jaba vacía, por eso amanecí hoy aquí”, expresó Migdalia mientras se mantenía en la fila del banco.
Adentrarse en la aventura que resulta permanecer en esas aglomeraciones da al traste por conocer experiencias fallidas que enfrenta la población en el intento de efectuar compras en las mipymes que, a pesar de poseer el código QR, en la mayoría no aceptan los pagos en línea con excusas como que 'no les llega el dinero a las tarjetas', solo reciben un poco por la mañana, tienen problemas de conexión, que solo puede ser por la plataforma EnZona o que luego se les dificulta extraer el dinero para las posteriores inversiones.
De igual modo, la resistencia a recibir liquidaciones en billetes de denominaciones pequeñas, dígase de tres, cinco y hasta diez pesos, y mucho menos en monedas, que prácticamente han quedado para la adquisición del pan y la leche normados, o completar el costo de productos de la canasta básica.
En días recientes un equipo multidisciplinario de enfrentamiento al delito efectuó un ejercicio de control en el que, además de verificar los precios de los productos, también centró la atención en la oportunidad a los clientes de seleccionar la opción de pago, ya sea en efectivo o mediante las pasarelas electrónicas.
Entiéndase que la bancarización no es una alternativa negativa, el mayor problema radica en las trabas que imponen quienes se niegan a cumplir con lo establecido y que, sin dudas, deviene comodidad para el pueblo. Entonces vale adentrarse en este proceso y hacer realidad su objetivo para que todos podamos usarlo correctamente y asequiblemente.