Sep, 2024.- Durante el decursar de la primera década del tercer milenio, en la ciudad de Nuevitas se escuchó con más frecuencia el nombre del poblado de San Miguel, debido a que por decisión de los órganos correspondientes del país ese territorio que, inicialmente perteneció a la jurisdicción lugareña y luego al municipio de Guáimaro, volvió a ser parte de su demarcación político-administrativa.
San Miguel empezó a prosperar a principios del siglo XIX, cuando allí se establecieron nuevas familias de Nueva Orleáns y La Florida, a cada una se les entregó una caballería de las tierras donadas por el Padre Cisneros, con el imperativo de cultivarlas. Fue tal el auge de aquella región que se hizo construir en 1853 una vía férrea desde ese lugar hasta las costas de El Bagá, de la cual aún quedan pistas.
De sus campos se extrajeron grandes cantidades de madera, explotaron magníficos colmenares, acopiaron plátanos, viandas, caña, y se fabricó queso y tasajo, también, se establecieron fincas de crianza de ganado y varios trapiches en el valle que circundaba el lugar.
Durante la primera guerra por la independencia de Cuba, en 1868, se vio menguado el auge de San Miguel, al extremo que la vía férrea dejó de prestar servicios y aunque tuvo sus vaivenes hasta concluida la contienda no pudo mostrar nuevamente modestos avances.
Por sólo señalar algunos ejemplos de cuan activa resultó aquella zona durante la gesta emancipadora vasta referir los hitos siguientes: el 4 de noviembre de 1868 es tomado San Miguel por Augusto Arango; el 21 de mayo de 1869 se produce allí un combate bajo la dirección del general Ángel del Castillo Agramonte; el 18 de enero y el 25 de marzo de 1872, respectivamente, es atacado el poblado por el comandante Martín Castillo Castillo; el 12 de abril de 1874 se produce el sonado ataque de Máximo Gómez, el que logra, a pesar de la resistencia española, apoderarse de un gran botín.
Por otra parte, el 18 de enero de 1875 San Miguel recibe la envestida del capitán Aurelio Valdés y el 4 de abril del propio año se produjo la ocupación de Gregorio Benítez.
Significación tuvo la fundación en 1886 de la Sociedad de Instrucción y Recreo denominada La Ilustración, cuya inauguración repercutió, y la ceiba señalaba el lugar donde el 8 de abril de 1895 cayó peleando por la independencia el coronel del Ejército Libertador Francisco Varona Tornet, quien con 40 hombres atacó el vecindario.
El tráfico marítimo desde ese lugar se hacía mediante una flota integrada por tres embarcaciones: La Mercedita, San Miguel y La Anita, propiedad de Manuel Socarras, él vivía en la calle de La Marina –hoy Avenida Martí o La Alameda- en Nuevitas.
Se dice que San Miguel reconoció como su protector a Gregorio Bernardo Campuzano, quien en 1818 fue nombrado protector de la colonia, con facultades para repartir terreno y establecer relaciones gubernamentales con la ciudad de Nuevitas.
Actualmente San Miguel es un Consejo Popular del municipio de Nuevitas, donde se trabaja por fomentar la agricultura y el desarrollo del territorio y la nación antillana.