Jun, 2024.- Con la excusa de que el responsable es el sistema de circulación vehicular, en el municipio de Nuevitas los choferes de autos particulares, del Estado, motociclistas y de transporte público se justifican ante la verdadera razón de los accidentes de tránsito.
El irrespeto a las señales y la elevada velocidad al conducir el carril sin mirar a ambos lados son algunos de los ejemplos.
En el mismo saco se encuentran los transeúntes que cruzan las calles con la vista puesta en sus teléfonos móviles, escribiendo o escuchando música y con los audífonos a todo volumen, lo que no les permite escuchar el claxon a tiempo.
Además, las desfavorables condiciones de las calles, debido a las acciones que se acometen para mejorar el abasto de agua en el territorio, provocan que los conductores tomen alternativas de paso, calles entre calles, y zonas oscuras, ocasionando lamentables accidentes y en el mejor de los casos llantas destrozadas.
Sumándole a todo eso la desesperación de los conductores y peatones para avanzar, el calor, y la falta de respeto entre ciudadanos, la situación se dificulta, se dan los accidentes de forma tan rápida que no da tiempo reaccionar.
Este desafortunado momento acaba con vidas inocentes, destruye familias y causa daños irreparables, pero al parecer nadie lo comprende.
No solo somos víctimas, sino también victimarios, cuando no tenemos la cultura de la seguridad vial, que garantice un día libre de conductores y peatones irresponsables. Es real que no adoptamos conciencia de que los autos son máquinas mortales.
Que las vidas resultan invaluables y que no existe el dinero, ni disculpas que las devuelvan cuando se van.
Lo único que se debe hacer es manejar con responsabilidad, enseñarles a los infantes sobre la importancia de la seguridad en la vía, y vivir sin hacer daño a los demás.