May, 2024.- “¡Ya yo no quiero saber del cigarro!”, manifestó con firmeza la nuevitera Georgina Pérez Quesada, decisión alentadora y motivo de multiplicarla para incidir en la conciencia de quienes no abandonan la práctica que, además de la existencia personal, destruye relaciones.
“Dejé de fumar porque me faltaba mucho el aire, tenía dolor de garganta, fiebre, y me sentía tan mal que al verme así mi hijo también lo dejó.
Yo misma me preguntaba por qué lo hacía si estaba acabando con mi vida lentamente, por eso me dije: ¡Hasta aquí!, y así me mantengo hace seis meses”, acota Pérez Quesada.
De igual modo la posibilidad de perder la vitalidad por el incremento de la hipertensión arterial, por consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas en una ocasión festiva, la llevaron a tomar la radical y sabia decisión de eliminarla de sus opciones.
El consejo de Georgina es que no se dejen llevar por sustancias adictivas que ponen en riesgo la vida de las personas.
Dejar de fumar es una decisión que contribuye a liberar al individuo consumidor y a quienes lo rodean de los efectos que provoca la adicción a la salud humana, principal autor del cáncer y segunda causa de muerte en este municipio camagüeyano.
Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, y según las organizaciones Mundial de la Salud y Panamericana de la Salud, este año enfatiza en proteger a la niñez de la interferencia de la industria tabacalera.