Abr, 2024.- “Tengo 75 años y todavía tengo ánimo para seguir trabajando y aportándole a la Revolución”, comentó Roberto Arjona, quien atesora una destacada trayectoria laboral.
“Soy fundador de la Empresa Química Revolución de Octubre de Nuevitas, en 1975, donde permanecí 30 años, me desempeñé como operador en fraccionamiento de aire y técnico en la producción de oxígeno y nitrógeno”.
Otras ocupaciones las protagonizó en la División Territorial de la Comercializadora de Combustibles (Cupet), durante 14 calendarios; y tras la jubilación, para mantenerse activo, se incorporó como Agente de Seguridad y Protección en el Departamento de Salud Mental, perteneciente al policlínico Francisco Peña Peña de Nuevitas.
Tantos años de labor él los combina con el arte, y entre sus composiciones literarias destaca La caída de un gigante, una poesía dedicada al Apóstol de la independencia cubana José Martí.
“En Dos Ríos cayó un gigante/ por ese amor tan ferviente/ por su patria esclavizada/ verla libre e independiente/ unió amigos en el destierro/ limó asperezas y diferencias/ su pluma fue un corcel de hierro/ ¡el mambí vibró con su presencia! No fue un león de la montaña/ ni un guerrero espartano/ pero peleaba con garras/ cuando hablaba a los cubanos/ fundó el Partido Revolucionario/ junto a Gómez y a Baliño/ La Edad de Oro a los niños/ la rosa blanca de sus manos. De los cubanos, ni hablar/ fue el más universal/su verbo fue una espada/ fue el guía intelectual/ de los asaltantes al Moncada”.
Acerca de los orígenes de su sentir y convicciones destaca que cuando era niño en su casa de Santiago de Cuba permanecieron revolucionarios, y, “por mis venas corre sangre patriota, mi bisabuelo fue el maestro Manuel Muños Cedeño, él instrumentó por primera vez el Himno Nacional”, acotó el lugareño.
Su consejo para las nuevas generaciones es que confíen en la Revolución, a la vez rememora que los asaltantes del Moncada y los combatientes de Girón eran jóvenes, hazañas que atesoran la historia local y nacional.
Además, Arjona participó en la zafra azucarera, fue cooperante internacionalista en Nicaragua y de ser necesario está dispuesto a efectuar labores de construcción, trabajos voluntarios y actividades culturales.
Ricardo dirige una peña deportiva conformada por 22 adultos mayores que, como él, son jubilados de la Empresa Química Revolución de Octubre, también, comparte la pasión por la práctica de ejercicios físicos y demuestra cada día que la edad no es impedimento para ir detrás de los sueños.