Mar, 2024.- “Me siento realizado porque me gusta mi profesión, la respeto y la amo”, refiere Oilder Hidalgo Escobar, con más de medio siglo de experiencia en el sector educacional.
Sus inicios se remontan a la Campaña de Alfabetización en el año 1961, cuando dio el paso al frente ante el llamado del Comandante en Jefe Fidel Castro, donde prestó servicios en la barriada de Santa Flora en el municipio de Jesús Menéndez, provincia de Las Tunas.
“Cuando Fidel anunció que se eliminó el analfabetismo en Cuba me sentí muy orgulloso por saberme parte de los jóvenes que protagonizamos ese logro”.
El Master en Ciencias Biológicas se graduó como licenciado de la especialidad en 1985 y laboró durante 47 calendarios en la provincia oriental cubana de Holguín; posteriormente se trasladó a Nuevitas.
Sus conocimientos en esta ribera camagüeyana los ha transmitido a las nuevas generaciones desde los centros mixtos Álvaro Barba Machado, de Las 80 en Santa Lucía, y el Raúl Hernández Martín, de Camalote, donde se mantiene con la disposición de dar lo mejor de sí mientras la salud se lo permita.
La destacada trayectoria es el principal respaldo a la lesión de vida que transmite Oilder Hidalgo Escobar de que “lo fundamental es amar la profesión porque de lo contrario no es fructífero su desempeño”.
La sociedad cubana requiere de muchos Oilder en todas las esferas para mantener las conquistas de la Revolución y reimpulsar la economía nacional.