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Mar, 2024.- "Cuando se habla de la radio nuevitera no se puede obviar a una de sus locutoras insignes, Serafina (Finita) de Quesada Hidalgo, porque ella representa para los lugareños una voz inolvidable. Su presencia permanece en todos los locales de esta casa radial y, aunque ella no lo crea, a diario se le recuerda con el cariño que supo ganarse entre los miembros del colectivo"; así se escuchó por el programa Memorias, dedicado a ella y transmitido el 15 de junio de 2007; este es uno de los espacios radiales que busca y refleja la historia de la región.

Pero conozcamos los inicios de Finita en la entonces CMJQ hoy CMHL.

Por primera vez visité los estudios de la CMJQ Radio Nuevitas en el año 1954, estos se encontraban en el hotel Acera de Martí, propiedad de Juan Filgueira Cabaleiro. Tenían una cabina de cristal de regular tamaño y otra donde se encontraba la pequeña fonoteca que servía para cabina de locución, también, y tan pequeña que solo cabían dos personas, allí era donde se daba el noticiero de 8 a.m. a 9 a.m.; la de audio era pequeña, además, contaba con una sala de lunetas donde podían sentarse las personas que venían a presenciar los programas, por ejemplo la Academia del Aire, que dirigía el profesor Guillermo de Jesús Cortina, programas de aficionados de poetas que patrocinaba el Café Gutiérrez y la cerveza Cristal, entre otros estaban  Gregorio Badia y Oliverio Maure.

En esta época es bueno señalar que el transmisor se encontraba allí, desde luego con el consiguiente trabajo para los trabajadores, pues para que tengan una idea del alto voltaje que se sentía el operador por aquel entonces, José Arango Silva se paraba con tubo de luz fría en la puerta donde estaba el equipo y este se encendía.

La emisora carecía de productores y los locutores eran trabajadores que en la mayoría de los casos daban su aporte, como el caso del Dr. Oriol Mederos y Kiki Sasturaín, quienes eran las voces del noticiero que se daba directamente del periódico, estaba también Luis Ramírez Primelles, Esteban Lamela y Ricardo O'Bryan Caimares.

La frecuencia que tenía la planta era de 1,300 kilociclos y sus transmisiones se efectuaban de 5 p.m. a 9 p.m. claro, esta era una programación dirigida a los intereses de los gobernantes de turno. Recuerdo que había un matrimonio americano que eran pastores evangelistas y tenían un espacio.

En el año '57 comencé a trabajar por el mes de junio y estuve haciendo locución hasta enero del '58. Recuerdo que en una oportunidad se me ocurrió decir de forma jocosa -debido algunas cosas que habían sucedido en la ciudad- esto que dice así.

Las calles son de adoquín/ y el Banco Fernández quiebra/ y las fiestas las celebra/ Don Kiki Sasturaín.

Sasturaín desde luego era nuestro compañero que trabajaba en otro banco. Rápidamente me llamó Filgueira y me dijo que ese tipo de changa lo perjudicaba, a lo que no contesté pero cada vez que podía dejaba caer algo que denotara la situación reinante.

Por cuestiones personales Finita se va de Nuevitas pero regresa, y ella misma lo comenta.

En 1958 tengo que irme por mis actividades revolucionarias. Los casquitos me seguían hasta la casa porque era provocativa, vestía falda negra y blusa roja y les molestaba eso.

Cuando vuelvo a esta ciudad la emisora estaba situada en la calle Agramonte –actualmente entre el cine Nuevitas y la Farmacia-, esto fue en el '65. La emisora tenía un recibidor, una oficinita que era donde se hacia la producción, la oficina del administrador, la cabina de locución seguida de la de audio, y un pasillo a todo lo largo.

Solo tenía una productora que de radio no conocía nada, María Elena Fernández, pero con muchos deseos de trabajar; un solo locutor Luis Ramírez, y en el audio Josefa Barroso y Caridad Rodríguez.

El administrador era Héctor Rodríguez Alfonso. Entones entra José Arango al audio y Pablo Amaro Paz y yo en locución. Pusimos la discoteca, un programa de música instrumental llamado Joyas liricas, otro de tríos que era Voces y cuerdas, además de Palmas y canciones; uno con música y datos de lugares de turismo, el cual el ININT –entonces Instituto Nacional de la Industria del Turismo- daba a sus oyentes estímulos; además de uno dedicado a la música mexicana.

- ¿Qué programación tenía en ese entonces Radio Nuevitas?

Teníamos uno a las cinco nombrado Atardecer Ranchero con miles de oyentes, uno dedicado a los pioneros  llamado Biblioteca Infantil, el cual escribía Amaro Paz, pero luego se pidió ayuda a cultura y envió a Noelia González , instructora,  la cual los niños conocían por La princesita, era un programa muy instructivo, se le hacían cuentos a los niños y preguntas para que contestaran por teléfono, a otros por cartas y eran luego premiados con libros, lápices, libretas, en fin, con materiales útiles para la escuela.

Luego la compañera se fue para Camagüey y tuve yo el programa mucho tiempo, pero yo hacia los cuentos escenificados y con la cooperación de un grupo de pioneros, entre ellos podemos contar a Rochar que fue administrador años más tarde del policlínico Francisco Peña y Juan Valdez, director del Palacio de Pioneros de Santa Lucía.

También había un programa con notas de interés y música instrumental, así como uno que a cada minuto daba la hora. Es bueno que destaquemos que han sido innumerables los administradores que han pasado, así como empleados, por ejemplo, en locución tuvimos a Raúl Acosta Orrely, Josefina Valdez, Sigfredo Rodríguez Boisoli, Tomas Roque Quintero, José Llenderroso. En audio Ramón Gómez, Jacinto González, Reinaldo Pérez Sánchez, José González, Roberto Alling, Dídima Artiga, Odelaisy Ferrer.

También en el noticiero tuvimos por muchos años a José Antonio de la Torre, trabajador de Radio Cadena Agramonte que colaboraba con nosotros en dar el noticiero en programas especiales por fechas históricas. También cooperaba Víctor Varona Gutiérrez como productor. Entró Regina Vergara Lacaba, pero hay que destacar que tanto María Elena como Regina ellas lo hacían todo, las selecciones musicales y algunos guiones y trabajábamos de 5 a.m. a 11 p.m.

En el 71 paso la emisora a ocupar el edificio que actualmente tiene, hemos trabajado arduamente en todo sentido desde hacer programas hasta dar por el periódico el noticiero para lo que tomábamos una hoja blanca y recortábamos las informaciones y las enumerábamos, recuerdo una anécdota de un día que no hubo tiempo para hacer ese trabajo y se tomó directamente del periódico y el locutor, (me reservo su nombre) estaba tan emocionado leyendo que sin cambiar la entonación dijo: sigue en la página 4 columna 3.

Estas son vivencias de una apasionada de la Radio, por lo que recibió el título de Maestra Emérita de la Radio Cubana, a quien agradecemos su testimonio que seguiremos compartiendo en Desempolvando la historia de Radio Nuevitas.

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