Mar, 2024.- Cada marzo llega esta fecha de festejos para los periodistas, el Día de la Prensa cubana, ocasión que nos sirve para mirarnos por dentro y analizar el alcance de esta hermosa profesión, colmada de compromiso y esfuerzo.
Ser periodista es más que trabajar en un medio de comunicación, es ser responsable con el público, pues a él nos debemos, como origen y destinatario de la información.
Esa es la esencia que reafirman diariamente los trabajadores de la palabra en Nuevitas, quienes viajan de incógnito tras las cámaras y los micrófonos, y dedican su vida a la defensa de las obras de la Revolución.
Más que simple cronista de los sucesos cotidianos, el periodista se convierte en analista y crítico; y en el contexto cubano actual se acrecienta su responsabilidad con la formación educativa del pueblo, para motivar formas de pensar e interpretar la realidad acordes al escenario que vivimos.
Los profesionales del gremio están siempre en la búsqueda de la primicia, obsesionados con la verdad a todo precio, fieles a su labor hasta en altas horas de la noche o en la madrugada, pues no hay sueño capaz de vencer el ánimo de cubrir cualquier hecho noticioso.
Y es que el compromiso con informar al pueblo en el momento preciso resulta la razón de ser de esa tropa de soldados cuyas creaciones llegan a cada hogar de esta ribera, para educar y movilizar a los lugareños en pos de un futuro mejor.
Seguidores del ejemplo de José Martí, padre fundador del periódico Patria, cuya primera publicación da origen a esta fecha de festejos, los periodistas se empeñan en conocer desde la nube hasta el microbio.
Es ese afán investigador, ávido de conocimientos, una de las características fundamentales de los reporteros, y es esa misma curiosidad la que sirve de base a sus profundos análisis, a sus comentarios certeros, que siempre representan los intereses del pueblo.
Con la pluma, la grabadora o la cámara en manos, los periodistas luchan, cual soldados decididos, en la batalla diaria de educar a los nueviteros, labor a la que dedican todo su empeño y creatividad.
Los retos del Periodismo son diversos, pero más allá de carencias materiales y rutinas productivas, imponerse en medio de una sociedad penetrada por la industria cultural, que nada refleja a la Cuba de hoy, supone mayores esfuerzos en su papel como actores de cambio en las transformaciones que vive el país.
Además, incorporarse activamente al escenario de las nuevas tecnologías, espacio de posibilidades y alcances aún insospechados, resulta otro de los desafíos de esta profesión, que debe crecerse para ampliar el impacto de la verdad cubana en el mundo.
En medio de esta compleja realidad, llena de transformaciones y nuevos retos ante el escenario internacional, el periodista se yergue como uno de los pilares de la comunicación y la veracidad; una tarea en la que día a día empuñan las palabras y las ideas como el arma más certera.