Mar, 2023.- Esta entrevista la realicé a inicios de 1984 y al desempolvar la historia de la actual CMHL la vuelvo a publicar.
Enrique Sasturaín Arrabal fue un hombre muy cercano a la fundación de Radio Nuevitas, trabajó en ella desde 1942 hasta 1953, más de una década en las que vivió importantes momentos que rememoramos en la actualidad para reconocer a quienes hicieron radio, sin dominar prácticamente el medio, pero se entregaron con amor hasta ganar profesionalidad.
-A pesar de las vicisitudes he conocido de logros en aquellos tiempos, cuando aún no tenían experiencias en las transmisiones.
Por aquellos tiempos, en 1942, llevamos a cabo el que les habla y Oriol Mederos la transmisión por primera vez en la provincia de un juego de béisbol. A ese efecto nos instalamos en el jardín central del antiguo estadio del reparto Pastelillo para narrar el juego entre los equipos de Lugareño y Nuevitas, dos fuertes equipos.
Cooperaban en la transmisión el director Miguel Jique de Larana, dentista en el dial o conocido por Mexile, quien fuera jefe de plana de Sport del periódico El Camagüeyano y Rafael Perozo, hoy en el INDER (Instituto Nacional de Deportes, Cultura Física y Recreación), recopilando los datos del juego.
Aquello resultaba una sensación porque comenzamos la transmisión de la CMJQ con la planta MATER-CO7-MP de Puig y estaba saliendo por onda corta y tenía una audiencia enorme, pero tuvimos la fatalidad que los equipos de transmisión colocados al sol de un campo que no tenía gradas, a la altura del séptimo inning comenzaron a echar humo y a quemarse; hubo que dejar de transmitir y fallamos por falta de experiencia. Aunque no se pudo negar que esta transmisión constituyó la primera que se realizó en nuestra provincia, Camagüey.
Recibimos por ello muchas felicitaciones pero nada más.
-Pero hay más anécdotas referentes al quehacer en Radio Nuevitas.
Como caso interesante podemos citar el hecho de haber transmitido como única emisora en la provincia a fines de la década del '40 el cruce de un ciclón que irrumpió violentamente por nuestras costas después de tocar su rumbo al Sur, cuando pasaba a lo largo de la costa Norte de la provincia, un caso inusual en la trayectoria ciclónica.
Ese día bajo los embates del ciclón que hizo grandes daños, sobre todo en el puerto y la bahía, al no haber corriente eléctrica utilizamos una planta portátil que nos prestó el comerciante Alfredo Díaz y la conectamos al rusten de la estación, resaltando que desde la tarde y por la noche era la única estación de radio que se escuchaba en esta provincia, lo que concitó la atención general de toda la provincia de Camagüey.
Se transmitió casi sin ropa, descalzos, con los vestidos llenos de agua y sorteando los peligros de la corriente que se multiplicaba con la lluvia, expuestos también a la caída de la torre -junto a la planta.
Todos estos afanes y esfuerzos se tornaban truncos e importantes cuando tropezábamos con la realidad de la falta de recursos económicos y de seguridad para adquirir equipos y aditamentos que mejoraran las transmisiones.
Cerca del '50 se vende la emisora al dueño del hotel Acera de Martí.
La tecnología era muy sencilla. Teníamos un equipo de un Raquer de 250 watts de potencia que transmitía en los 1580 kilociclos y disponíamos de muy pocos equipos, de aditamentos especiales propios para la transmisión.
Todas las grabaciones las hacíamos en una grabadora sencilla de dos platos y disponíamos de muy pocos recursos para desenvolvernos en la función
Los espacios informativos consistían en dos noticieros de media hora de duración. Uno a las cinco de la tarde y otro a las ocho de la noche hasta las 8 y 30, además, había suplementos diarios a medida que se producían las noticias.
En programas musicales había muchos a base de discos. Había una discoteca que nosotros teníamos bastante grande. Había programas con orquestas y septetos locales. La orquesta Alda, un septeto que se llamaba Cantarrana que actuaba allí también. Se transmitía desde los aires libres del hotel Acera de Martí.
-En ese entonces ¿qué remuneración económica recibían los trabajadores de Radio Nuevitas?
Teníamos que trabajar diariamente para lograr un modestísimo salario mensual que nunca llegaba a los 30 pesos, contando con el 50 por ciento que podíamos obtener de la propaganda que conseguíamos.
Eran tiempos inseguros y de penurias a los que no podíamos escapar los que trabajábamos en radio, como los hicimos nosotros en Camagüey y en Nuevitas.
En el mismo Camagüey la rivalidad de los negocios y las estaciones de radio en competencia creaban profundos signos de rapacería y mal proveedor y, claro, en ese plano una emisora como CMJQ era vista con desprecio por el mismo sector en Camagüey, todo este estado de cosas era producto de la desorganización y mala administración imperante en todas las esferas oficiales que repercutían naturalmente, tanto en la prensa radial como en la escrita, que para vivir tenían que supeditarse a los intereses de los gobernantes de turno.
Esta situación contrasta violentamente con el ritmo que marca ahora la radio actual en esta provincia, dotada hoy de siete emisoras (actualmente 11) que representan siete medios de difusión masiva en la lucha ideológica por la formación de nuestro pueblo y que tiene un tremendo apoyo moral y material y una importante misión que cumplir en el plano informativo y cultural para estar hoy, mañana y siempre a la altura de nuestra Revolución».
Muchas fueron las vivencias de Enrique Sasturaín, las que guardé con recelo durante años y ahora, cuando esta casa radial transita hacia su aniversario 85, las comparto porque es gratificante desenvolver la historia de Radio Nuevitas para reconocer a quienes hicieron radio en tiempos difíciles y nos legaron sus conocimientos.