Feb, 2022.- Manos, pies, sonrisas, sentimientos, comunicación, así se pudiera definir la danza en alguna medida, una manifestación artística que enamoró a la joven Martha Alina Alvarado Méndez.
Ella, presidenta de la Brigada de Instructores de Arte José Martí en Nuevitas, compartió parte de sus experiencias de vida en el sector.
“Llevo varios años de graduada y cuando comencé mi carrera fue algo inesperado porque no tenía la experiencia que hoy tengo y le agradezco a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro por haber creado este gran programa, además de ser artistas somos educadores.
Es una labor hermosa, muy dedicada, sacrificada, pero muy valiosa también, nosotros los instructores de arte tenemos una labor y un papel fundamental en el sector educacional porque somos los encargados de, a través del arte, formar valores, sentimientos y hoy en los niños es muy importante.
En cuanto a experiencias son muchas, cuando uno trabaja con niños, y con niños pequeños mucho más. Está aquel niño que le da pena bailar, al otro que tiene como se dice ‘el oído cuadrado’. He tenido la labor de enseñar a esos niños.
Recuerdo que cuando estaba trabajando en la escuela primaria Camilo Cienfuegos tenía unos niños mellizos que se decía tenían el oído cuadrado, aquellos niños eran un ‘pie izquierdo’, y con trabajo, empeño, con tardes de ensayos diarias, con el apoyo incondicional de la familia, que también si no está la familia con nosotros nos cuesta el doble de trabajo, esos niños aprendieron a bailar, esos niños participaron conmigo en Festivales Provinciales de la Danza con un montaje de campesinos que tenía como doce parejas. ¡Maravilloso fue ese encuentro!
Hoy por hoy son hombres y mujeres y todavía me ven en la calle, me saludan y me dicen: ¡adiós, profe! Pero, además, es muy hermoso ver reflejado la labor en un escenario a través de esos pequeñitos que sin saber llegan a ser grandes”.
El agradecimiento para Martha Alina y quienes, como ella, entregan cada día amor y cultura para fomentar nuestras raíces.