Sep, 2023.- Tuve la oportunidad, y para mi privilegio, de conocer a Gaspar Estévez Pérez, camagüeyano que llegó a Nuevitas a finales de 1935. Hombre humilde con inquietudes culturales y la necesidad de ayudar a los demás, de servirle al pueblo.
Eso lo constaté en 1984, mientras él visitó la nueva casa radial de entonces, cuando asintió conversar con los nueviteros a través de un programa vespertino. Muy emocionado y apelando a su memoria dejó constancia de los inicios de Radio Nuevitas.
A modo de entrevista comparto con ustedes esas vivencias, y claro, el comienzo de la entonces CMJL, luego CMJQ y actualmente CMHL.
-¿En qué año llegó a Nuevitas?
“En diciembre de 1935 procedente de Camagüey”.
Gaspar Estévez sentía mucho amor por la cultura, siempre estaba pendiente de los movimientos culturales y fue inspirador para muchos.
“En una ocasión, con el compañero Benito Mayedo Verdecia, un compañero discapacitado que pintaba muy bonito, él era empleado del Ayuntamiento, le dije vamos hacer una Corte Suprema y surgió la Corte Suprema, frente al bar Victoria que le cambiamos el nombre y le pusimos el bar de La Gentileza, llenábamos toda la calle de mesas, vendíamos las mesas a 30 centavos y el pueblo se desbordaba, la verdad que fue muy bonito”.
-¿En cuánto al nombre de La Gentileza a qué se debía?
Cosa nuestra, nosotros éramos los gentiles con el pueblo, porque los dueños éramos muy gentiles.
-Ustedes querían establecer una nueva comunicación con el pueblo.
Esa era nuestra preocupación. Entonces comenzamos a reclutar entre los niños y los jóvenes, entre ellos Aurora Vazquez, Doris Maura, que se hizo artista aquí con nosotros, y el Curro -cantaba tango muy lindo. Miquita Aluija y los Padrones, especialmente Tato Padrón; pero una cosa extraordinaria es que le gustaba al pueblo, y a veces trasladábamos el acto al teatro, el 50 % de las ganancias eran para Julio Guerra –portaba la bocina- y a nosotros nos quedaba el 10 % porque lo otro se gastaba en premios y lo demás lo gastaba yo de mi bolsillo, ese era el trabajo mío, el comercio no me ayudaba.
-O sea, que el compañero con la bocina sería una emisora móvil prácticamente.
Él recorría el pueblo y le daba 40 centavos nada más.
-Entonces ¿cómo surge la idea de la emisora?, ¿cuándo se comienza a materializar ya Radio Nuevitas?
Ya en el '39 nosotros pensábamos que Nuevitas necesitaba una emisora. Hablamos con el compañero José Artiles Lugo, que era agente de la Guel Fargo y nos explicó cómo se compraban en los EE.UU. los equipos y se hacían los giros, y fuimos comprando piezas; vino a ayudarnos un compañero que se llamaba Rodolfo González Solís, que le pusimos Bobad, porque no tomaba nada más que refresco Bobad; se pasó 10-15 días aquí, él era el técnico, fue el que hizo la estación de radio realmente.
Después el problema es que yo era el locutor con la bocina aquella de cartón, pero se me ocurrió comprar micrófonos y amplificador y los trajimos del norte también a mi expensa naturalmente, porque yo no tenía dinero, pero tenía buen sueldo y no me preocupaba porque nunca tuve ambición económica, jamás le cobramos un centavo a nadie por nada, y pensamos que hacer una estación de radio en Nuevitas era una cosa interesante.
Comenzamos por hacer una emisión de bonos, que nos los hizo Lacaba, que tenía una imprenta aquí, ese fue el primer regalo que tuvimos. Salimos a los ingenios y recogimos alrededor de 1500.00 pesos en bonos de 5 pesos, después cuando mensualmente íbamos lo regalaban. Entonces hicimos el primer pedido. Trajimos muchísimas cosas, al muchacho González Solis, él empezó hacer la estación de radio.
La historia de esta casa radial, que va camino a sus 85 años, es muy amplia, hay mucho por contar aún, y de Gaspar Estévez, su fundador, nos quedan más de sus narraciones, las que compartiremos muy pronto en otro encuentro con Desempolvando la historia de Radio Nuevitas.