Ene, 2022.- Inclusivo, respetuoso, moderno, son términos que definen el proyecto del Código de las Familias que será analizado por el pueblo en consulta popular a partir del 1ro de febrero.
Se trata de un documento que refrenda un marco regulatorio coherente con el pluralismo familiar característico de la sociedad cubana actual y cuidadoso de los tratados internacionales en esa materia.
Esta es la versión número 23 del código, un número que refleja el largo camino y el empeño puesto en crear una ley completa y revolucionaria, que trata de actualizar el marco jurídico atemperado al contexto cotidiano, dando garantías que hoy quedan en un limbo porque la realidad siempre es más rica.
Y el primer paso está dado por la incorporación de esa “s” a familia, indicativa de la pluralidad que pretende defender el documento.
Entre los méritos de la futura legislación destaca el tema de la atención a los adultos mayores, pues en él se establece que hijas e hijos mayores de edad deben prestar colaboración a sus madres y padres u otros ascendientes en todas las circunstancias de la vida, cuidar de ellos, brindarles afecto y atenderles en correspondencia con sus necesidades.
Otro aspecto trascendental es que avanza en temas de gestación solidaria y técnicas asistidas de reproducción. Esta busca beneficiar a mujeres con alguna patología médica que les impida tener descendencia, a personas que presenten esterilidad o a parejas del mismo sexo, siempre que no se ponga en peligro la salud de las personas involucradas en el proceder médico.
Resulta necesario destacar, igualmente, los avances de este documento en lo relacionado con la garantía del derecho de comunicación familiar, que no solo se aplica a ambos padres en caso de divorcio o disolución de la unión de hecho afectiva, sino que se extiende también a abuelos, tíos, hermanos, en fin, al resto de la familia.
Los padres y madres afines, es decir, los llamados padrastros y madrastras, también son protegidos aquí; a ellos se les conceden derechos y deberes para con los menores a su cuidado.
Estos son solo algunos aspectos dentro del universo de temáticas novedosas en las que profundiza el Código de las Familias, de ahí la necesidad de que los nueviteros asumamos la consulta popular como un ejercicio de análisis y de verdadera participación.
Y es que, en este camino de construcción colectiva, la pluralidad de voces resulta vital; por ello debemos informarnos, estudiar la norma a profundidad y analizar sus avances, para hacer más completa y abarcadora la futura la ley de las familias cubanas.