Dic, 2022.- Cada mes de diciembre, aún sin desearlo, afloran recuerdos a la mente, de modo que revivimos emociones variadas.
Llega la tristeza por aquellas personas que no están físicamente, ya sean familiares, amigos o simplemente conocidos, pero nos consta se mantienen vivos en el corazón de sus seres queridos.
Mientras que las experiencias inolvidables, quizás pequeños instantes, metas cumplidas, noticias inesperadas, reconocimientos o el saberse útil para la sociedad son capaces de dibujar sonrisas en el rostro.
Lo cierto es que cuando finaliza el año no es momento para reclamos ni malos augurios, sino un punto de partida para comenzar el nuevo periodo con sueños y metas entre los que no faltan la superación, hacer bien a los demás y aprender de los errores para no tropezar con la misma piedra, como dice una canción.
Y qué decir de disfrutar al máximo los buenos tiempos que luego no vuelven, de reconocer cuando nos equivocamos y hacemos daño a otros, claro con la intención de enmendarlos y, sobre todo, demostrarle a quienes amamos cuánto bien nos hace tenerlos cerca.
Por ello les invito a reflexionar porque el 2023 está muy cerca y en nosotros mismos el adoptar decisiones correctas para que muchas de las ilusiones se cumplan e instituyan regocijo para el próximo diciembre.
Cada día tenemos la oportunidad de ser mejores personas al dejar a un lado el egoísmo y esa es una decisión personal pero que la humanidad y el mundo necesitan.
