Ene, 2022.- En medio de la lucha por las autoridades sanitarias y el pueblo en general en Nuevitas para erradicar la presencia de la COVID-19 y del mosquito Aedes aegypti, que provoca el dengue, el zika, el chikungunya y la fiebre amarilla, a finales del mes de octubre alcanzó relevancia el reporte de ejemplares de caracol gigante africano en los medios de comunicación locales.
Los espacios informativos se hicieron eco de los resultados de las inspecciones semanales, primero en la manzana 169 donde radica la biblioteca Ricardo Cabrera, y a principios de diciembre en un terreno baldío detrás del edificio 20 de El Puente.
También se han divulgado las características del molusco, así como sus prejuicios para la salud y el procedimiento correcto a seguir ante la sospecha de identificar algún nuevo ejemplar.
La preocupación no ha sido en vano, se conoce que este constituye una amenaza debido a que puede ser hospedero de larvas del nematodo Angiostrongylus cantonensis, un parásito pulmonar de las ratas.
Y de igual modo, logran accidentalmente infectar al hombre y provocarle meningoencefalitis eosinofílica, en caso de que se ingieran larvas de tercer estadío, al llevarse las manos a la boca después de tocar los moluscos o por la ingestión cruda o mal cocinada de productos vegetales frescos contaminados por las secreciones de los caracoles.
Para beneplácito de todos ambos focos de caracol, en los que se detectaron más de 140 ejemplares en cada uno, fueron controlados hasta el momento, y luego de las inspecciones semanales se incrementó a un periodo mensual que permanecerá por dos años consecutivos.
La emergencia epidemiológica mundial provocada por el SARS-CoV-2, su repercusión en Cuba y en Nuevitas, que por estos días experimenta nuevamente un alza, desplazó de los medios al molusco gigantesco, y en su lugar adquiere, una vez más, mayor relevancia el microscópico virus.
No obstante, la percepción de riesgo debe mantenerse tanto por el nuevo coronavirus, el dengue o el caracol gigante africano, es la mejor manera de garantizar una calidad de vida para todos al evitar males mayores; cuidémonos a nosotros mismos y en general a toda la familia para que en el futuro esas amenazas sean solo recuerdos, de los que siempre se aprende a través de las experiencias.