Ago, 2022.- El estudio del origen y significación de los nombres de lugares de la ciudad de Nuevitas siempre ha sido un tema tentativo para muchos, por ello trato de incursionar en los elementos que condicionaron la designación de un populoso barrio con el singular nombre de Pastelillo.
Como es conocido, un barrio es una parte o sección urbana con extensión relativamente grande, que contiene un agrupamiento social espontáneo y posee un carácter peculiar, físico, social, económico o étnico por el que se identifica históricamente. Puede ser una parte antigua de la urbe o moderna, definida por límites geográficos o urbanísticos, también por su ubicación.
El citadino entorno de Pastelillo se extendió desde sus orígenes en 20 manzanas que tomaron forma al colindar con la carretera que conduce al añejo puerto de Tarafa y a través de siete callejones perpendiculares a esta, que fueron cobrando profundidad para delinear las vías interiores de esa parte de la localidad.
Cuentan que a mediados del siglo XIX una mulata vecina de la zona, cuyo nombre muchos identificaban como María Dolores, se dedicaba a confeccionar exquisitos pastelillos que vendía por el día a quienes laboraban en las obras del ferrocarril contiguo al lugar, y en horas de la tarde lo hacía en algunas de las principales esquinas del centro de Nuevitas.
Los finos pastelillos eran una especie de dulce hecho de mazapán u otra masa delicada y relleno de sabrosos dulces, aunque, igualmente, de sus manos salían empanadas pequeñas de carne o pescado, estos últimos cobraron mucha popularidad debido al arraigo de los mariscos en la localidad.
La demanda del apetecido alimento era tal que se hizo usual por entonces decir o escuchar frases como “ve allá, donde venden los pastelillos” o “ve allá, donde los pastelillos”, y al final llevó a que todos designaran dicha zona por el nombre con que ha llegado hasta estos días: Pastelillo.
El origen de ese conglomerado urbano aún no está demostrado de manera conclusiva, pero no son pocos los que coinciden en atribuir esta razón al apelativo con que se denomina. Lo cierto es que Pastelillo ha llegado a la actualidad convertido en un popular barrio cuya población mantiene el mismo sentido de pertenencia de aquellos que vivieron en él en los días de existencia de la emblemática María Dolores.