Ago, 2022.- El manejo, monitoreo y recuperación de ecosistemas, fundamentalmente el manglar, su protección y vigilancia, así como el fortalecimiento de la educación ambiental a nivel comunitario, caracterizan el accionar de especialistas de la Unidad Empresarial de Base de Flora y Fauna, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y de las autoridades políticas y de Gobierno en Nuevitas para garantizar la protección de las innumerables riquezas naturales locales.
Debido a su diversidad ecosistémica y a las vulnerabilidades a las que están expuestas por el cambio climático y la incidencia directa de la actividad humana, el municipio es beneficiario de varios proyectos internacionales que destinan fondos, conocimientos y tecnología al estudio y preservación del medio ambiente.
Tal es el caso de Resiliencia Costera, con intervención directa en la circunscripción 27 de Santa Rita; Estudios de vulnerabilidad y factibilidad del programa de fortalecimiento de la resiliencia ecosistémica y social de las zonas costeras y marinas en Cuba, puesto en práctica en Santa Lucía con ayuda de la Agencia Francesa de Desarrollo; y la iniciativa Fortalecimiento de los Sistemas de Salud Resilientes al Clima, promovida por la Organización Panamericana de la Salud con financiamiento europeo.
El territorio cuenta con cuatro áreas protegidas que evidencian la riqueza del patrimonio natural, ellas son el Refugio de Fauna Cayos Ballenatos y Manglares de la Bahía de Nuevitas, la de Recursos Manejados Cayo Sabinal, la Reserva Ecológica Tortuguilla-Maternillo, y la Reserva Florística Manejada Laguna Larga-Loma de la Alegría.
En todas ellas los especialistas extreman las acciones de monitoreo de especies de la flora como la güirita cimarrona y la sabina de costa en Cayo Sabinal, y de reptiles y mamíferos -la iguana, la lagartija de cresta y la jutía conga -en Cayo Ballenato del Medio.
Estas tienen como objetivo determinar el estado de las poblaciones, si existe alguna amenaza y su comportamiento a través de los años para adoptar las medidas correspondientes si se ve afectada su supervivencia.
Asimismo, se eliminan especies invasoras, dígase el marabú y el ateje, y se acometen acciones que restauran las poblaciones de mangle y los canales.
Los especialistas y técnicos realizan también proyectos relacionados con la vigilancia y protección de las áreas, donde se recogen las incidencias de la actividad humana como la tala y la caza, y los efectos de otra índole -el cambio climático- y a partir de allí se planifican las acciones de manejo.
Igualmente, el ecosistema marino recibe una atención diferenciada, pues se trata de la segunda bahía de bolsa más grande de Cuba donde, además, convergen la actividad marítimo-portuaria, la turística, la pesquera y la industrial.
La aplicación del concepto medioambientalista del Manejo Integrado Costero y la implementación de un programa para la descontaminación de la bahía, que ha implicado la gestión sostenible de los desechos industriales y el fortalecimiento de la conciencia ambiental a nivel empresarial, han permitido recuperar la salud de la rada, que hoy exhibe un índice de calidad ambiental de sus aguas en torno al 70 por ciento, aceptable de acuerdo a los parámetros internacionales.
Proteger los valores naturales de los ecosistemas y participar en la educación ambiental de las personas, principalmente en edades tempranas de la vida, resultan prioridades de trabajo en Nuevitas para garantizar que perduren en el tiempo las riquezas naturales.