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Ago, 2022.- Cuentan los añosos de Nuevitas que a la ciudad le faltaba recreación, esparcimiento; mientras transcurre el tiempo llega un inspector de la Secretaría de Agricultura, Gaspar Estévez Pérez, quien con sus inquietudes culturales empieza a idear cómo crear una estación de radio.

Pero antes, desde 1935, se dice que ya se intentaban ideas para las transmisiones radiales. En 1937 una familia lugareña de forma empírica hizo sus primeros intentos informalmente, y no es hasta que Gaspar Estévez hace los trámites en el Registro de Comunicaciones que se crea la emisora que salió al aire por los 1580 Kilo Hertz el 1ro de agosto de 1939 con las siglas CMJQ Radio Nuevitas.

Inicios

Todo trascendió inicialmente en el portal del bar Victoria, allí se reunía Estévez Pérez con un grupo de nueviteros y mediante bocina de cartón en mano anunciaban la música y algunos comerciales, de esa forma se comenzó a escuchar lo que fue después y es Radio Nuevitas.

Los medios necesarios se compraron por piezas en los Estados Unidos y los montó Rodolfo González Solís, conocido por «Bobak», en el local de la calle Ignacio Agramonte, entre Calixto García y Antonio Maceo, en la ciudad de Nuevitas, al lado del bar Victoria. La mayor responsabilidad la asumió Estévez, quien comenzó las transmisiones en una situación difícil: él era el único que operaba la planta, con la ayuda de su amigo, Manuel Mestril.

Transcurridos algunos días decide comprar un micrófono y un amplificador, traídos de los Estados Unidos con sus propios recursos. Con una emisión de bonos, donada por la imprenta Hermanos Lacaba y por la recaudación de 1500 pesos en los ingenios azucareros aledaños a Nuevitas se obtienen los primeros fondos para sacar al aire la emisora, según refirió Gaspar Estévez, en entrevista realizada en 1984.

A mediados de 1939 se concluye el montaje de la estación y Estévez pide al Ministerio de Comunicaciones y al gobierno identificar la planta por las letras CMJQ Radio Nuevitas.

La familia Mestre, propietaria de CMQ, al conocer la existencia de esta nueva emisora en el interior del país, propone a Estévez que la identifique por CMJL para incorporarla a su monopolio radial; al no ser aceptada la propuesta le ofrecen 3000 pesos por el cambio de la última letra, oferta denegada nuevamente al considerar que la planta se creaba para el pueblo y no con el afán de lucro y que desde su inicio se había planteado su reglamentación con ese indicativo.

Su plantilla laboral estaba integrada, además, por Benito Mayedo, Toto Padrón y Angelino Vázquez, quienes al mismo tiempo hacían locución, operaban el audio, atendían el transmisor y escribían los programas, anuncios y materiales informativos, un verdadero reto, y más si se tiene en cuenta que era un medio recién nacido.

Y nació…

La emisora se caracterizó, desde su fundación, por las críticas realizadas al gobierno y el apoyo a las manifestaciones del pueblo en protesta contra las diferentes medidas adoptadas por los representantes de las empresas americanas en Nuevitas.

En estos casos se operaba la planta desde el portal, se sacaba el micrófono y se transmitía desde allí lo que acontecía, lo que después se convertiría para el pueblo cubano en Tribunas Abiertas.Transcurridos algunos años, el 16 de enero de 1942, Gaspar Estévez decide vender la emisora, por el precio de 250 pesos a Miguel Puig; entonces esta fue trasladada para la casa de su nuevo propietario, en la calle Calixto García, entre Máximo Gómez y Oscar Primelles.

Miguel Puig, era radio-aficionado, él operaba la planta AMATEUR CO 7 MP, durante cuatro horas al día. Lo ayudaba en las labores de audio y locución José López, conocido por «El Español».

En los 40′

Transcurre el tiempo y en los primeros años de la década del 40 trabajaban como locutores: Eugenio Ramos Puig, Oriol Mederos, Enrique Sasturaín y Esteban Lámela; ellos recibían como remuneración los fondos recaudados a través de anuncios, aunque escasos, debido al monopolio del comercio y las agencias publicitarias. A pesar de la situación que confrontaban, los amantes de la radio en Nuevitas lucharon por llevar al pueblo un mensaje cultural, informativo, educativo y recreativo.

A través de entrevista realizada a Enrique Sasturaín, se conoció que en 1942 se efectuó en esta planta el primer control remoto de la provincia de Camagüey, con la transmisión de un juego de béisbol por radio, narrado por iniciativa de los trabajadores de CMJQ.

Para radiar el partido se colocó el equipo transmisor en el jardín central del antiguo estadio, ubicado en el reparto de Pastelillo, desde donde se narraba el encuentro entre las novenas de Lugareño y Nuevitas. Aquello resultó una sensación, pero como los medios de transmisión se encontraban expuestos al sol, en el séptimo inning comenzaron a quemarse y tuvieron que cortar la descripción del juego.

Pocos años después CMJQ pasó a propiedad de Juan Filgueira Cabaleiro, comerciante y propietario del hotel Acera de Martí, hombre de ideas progresistas, quien situó la estación en la calle Calixto García, entre Ignacio Agramonte y Martí.

Como medio para recaudar fondos destinados a los gastos de la planta se hacían campañas para el reparto de zapatos y juguetes, y se publicaba un magacín en coordinación con la imprenta Hermanos Lacaba Álbum del San Juan en Nuevitas.

A través de trabajos periodísticos elaborados por Enrique Sasturaín y Pedro de Armas se logró aprobar el suministro de agua al hospital de Nuevitas. Ellos convocaban a los comerciantes de la zona a donar las piezas para la conductora del líquido que se instaló desde una caseta del Ferrocarril en el barrio de Número Uno porque no existía acueducto.

Entre anécdotas…

Otro hecho que se inscribe en la historia de Radio Nuevitas, a mediados de la década del 40, es que fue la única emisora de la provincia de Camagüey que transmitió el paso de un ciclón. Este suceso tuvo lugar en 1945 cuando un huracán que cruzaba por toda la costa norte de Cuba, en la zona de Nuevitas cambia el rumbo y atraviesa la provincia camagüeyana de Norte a Sur. Ese día, bajo los embates de la perturbación ciclónica, que causó grandes daños, sobre todo en puerto Tarafa y en la bahía, los trabajadores de CMJQ se mantuvieron en el aire a través de una planta portátil facilitada por un comerciante.

Las condiciones en que transmitieron fueron pésimas, el locutor y el operador de audio se encontraban prácticamente sin ropas y descalzos, empapados en agua y expuestos a la corriente y la caída de la torre que estaba junto a la planta, pero así mantuvieron la señal en el aire hasta que pudieron y luego informaron todo el daño ocasionado por el fenómeno meteorológico.

Y claro que Radio Nuevitas tuvo actividad participación en la lucha contra la dictadura batistiana. Eladio Agüero Hernández llega en marzo de 1955 a Nuevitas, él tenía la misión de acondicionar una lancha con equipos de radiofonía para que se encadenaran con la revista del lunes de Radio Progreso, Los amigos del mar, de Luis Villardel, dirigida por Andrés González y que también salía por la misma frecuencia de las plantas locales en los puertos del país.

Además, poseía la misión de formar comandos celulares de combatientes para el respaldo de un posible desembarco de armas por las costas de Nuevitas del Directorio Estudiantil Revolucionario o del Movimiento 26 de Julio, hecho logrado el 8 de febrero de 1958 con el desembarco de integrantes del Directorio Revolucionario dirigido por Faure Chomón, que utilizaron tres embarcaciones, mediante cambio de cada una de ellas para no ser reconocidos y  lograron bajar armas para ser llevadas a la zona central del país y continuar la lucha armada por la liberación del país.

A través del programa creado por Agüero y la amplia propaganda de los diferentes productos, este luchador encubre su actividad política, dedicada a ocultar la entrega de documentos y los traslados de armas, medicinas y de combatientes del Movimiento 26 de Julio, del Partido Socialista Popular y del Directorio Estudiantil Revolucionario. Como la llegada demoraba, Agüero comienza a escribir novelas para CMJQ, formó el patronato que se llamó Por un Nuevitas mejor, en el que participaban todas las fuerzas del pueblo, tanto comerciales como sociales.

Desde el arte

Una de las novelas escritas por Agüero, titulada La Zafra de los Gandules, denunciaba las dificultades que padecía el pueblo por la mala dirección de la República. Un testimonio de Agüero manifiesta que una tarde de 1956, mientras daban un avance de la novela del domingo, en el programa Academia del Aire llegó un esbirro a la cabina, llamado «Manolón», sargento de la Guardia Rural y posteriormente jefe del Servicio de Inteligencia Militar en el municipio, quien con pistola en mano intentó interrumpir la narración, que denunciaba el maltrato a que estaban sometidos los nueviteros y los abusos de la tiranía.

Aprovechando la coyuntura, se deja abierto el micrófono y el pueblo puede escuchar la discusión que se desarrolla entre Agüero y el esbirro, en la cual «Manolón» amenaza al primero. Cuando el esbirro se percata de la situación, gran parte de los nueviteros tenían rodeada la emisora en acto de protesta y el sicario tiene que abandonar el local.

Cada domingo, al finalizar la novela, se leían poesías y décimas de los colaboradores, entre ellas las de Gregorio Badia. En 1958 se hace difícil la situación para los cubanos por la crisis que atravesaba el país con la dictadura de Fulgencio Batista. En Nuevitas ocurren atropellos y quiebran varios establecimientos y uno de ellos es el Banco de Fernández.

Los trabajadores entonces de Radio Nuevitas aprovechan cualquier coyuntura para denunciar desmanes y situaciones engañosas en la ciudad. Un día Enrique Sasturaín, quien era colaborador de la emisora, en esa época trabajaba en un banco, y a Serafina de Quesada, quien había entrado a la emisora y hacía locución también, se le ocurre comentar en forma jocosa la situación de dicha esfera:

«Las calles son de adoquín/ y el banco Fernández quiebra/ y las fiestas la celebra/ Don Quique Sasturaín».Con la llegada de la Revolución triunfante la emisora pasa a manos del pueblo. En los primeros años del nuevo proceso dirige la planta Juan Filgueira Cabaleiro.

En la década del 60 la emisora transmitía por la frecuencia de los 1250 kilo Hertz durante 18 horas diarias, desde las 5:00 a.m. hasta las 11:00 p.m. En esa fecha la emisora se trasladó para la calle Máximo Gómez, entre Camilo Cienfuegos y Lugareño, de acuerdo con la información dada en 1984 por Ricardo Saint Hill D’Estival.

Ya en los 70′

En la década del 70 CMJQ se localizaba en la calle Ignacio Agramante, en un local pequeño, sin condiciones mínimas para desarrollar la radio. En 1973 se traslada para Oscar Primelles, número 32, esquina Antonio Maceo, donde se encuentra en la actualidad.

El inicio del siglo XXI fue significativo para Radio Nuevitas. Por decisión de la dirección nacional del ICRT cambia sus siglas de CMJQ por CMHL, y, continúa la superación de su personal. Ya con 83 años y la llegada de las nuevas tecnologías se eleva la calidad de las transmisiones, pues estas permiten una mayor eficacia en la programación.

Un hecho que marcó la nueva etapa fue la inserción en el ciberespacio en el 2001 a través de un vínculo a la página de Radio Cadena Agramonte y desde el 14 de marzo de 2002 de forma independiente con la dirección www.radionuevitas.co.cu, por cierto, fue la primera en el país a instancia municipal, lo que ha dado la posibilidad de transmitir el acontecer local, los avances de la ciudad y de interactuar con otras personas, quienes desde cualquier parte del planeta reportan sintonía, mucho más actualmente mediante las redes sociales y la inserción de su programación en audio real, por lo que continúan laborando con el mismo afán con que lo hicieran sus iniciadores. Su objetivo primordial radica, como antaño, en mantenerse junto a su pueblo en cada nueva obra que se acomete.

Un año más con la prima en el dial

La historia de esta planta es raíz en la formación de las nuevas generaciones de radialistas nueviteros y de sus pobladores en sentido general, y es parte importante del pasado de este terruño, en el que, igualmente, ocupa un lugar significativo dentro de sus tradiciones.

Darla a conocer tal y como ha sucedido hasta nuestros días, plasmar en ella los avatares enfrentados por todos los que de una forma u otra han permitido su permanencia a lo largo de estos años, es un reto y un compromiso para quienes sienten amor por esta demarcación y desean dejar constancia de su historia.

“Esta planta radial distingue por su sonido creativo y joven para continuar la tradición de quienes pusieron alma y corazón desde el 1ro de agosto de 1939 con una señal radial fresca y novedosa”, al decir del periodista y escritor Lázaro David Najarro Pujol

BIBLIOGRAFÍA

Agüero Hernández, Eladio. Entrevista, 1984.

Aluija Morell, Ángel. Entrevista, 1984.

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López, Oscar Luis. La Radio en Cuba. Editorial Letras Cubanas. Ciudad de La Habana, 1981.

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Mederos, Oriol.  Locutor, entrevista en 1987.

Morales Peláez, Oscar. Entrevista, 1984.

Najarro Pujol, Lázaro David: Manual teórico-práctico. Periodismo y realización Radiofónicos. Compilación, investigación y experiencias. Editorial adeuno.com. Buenos Airees. 2010.

Quesada Hidalgo, Serafina. Entrevista, 1984.

Ramírez Rodríguez, Luis. Entrevista, 1984.

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Sasturaín Arrabal, Enrique. Entrevista, 1984.

Viñas Ortiz, Oscar R. La Radio en Camagüey. Editorial Ácana 2001.

Tesis de grado Lic. Periodismo. Milagros Manresa Rodríguez. Universidad de Oriente, 1984.

 

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